Guiada por su coordinadora de Sector, Patricia Viñuela, se contó también con la presencia de los hermanos Marianistas José Pascual, José Lara y Mauricio Silva, y con la coordinadora nacional de las CLM, Paula Zúñiga.

Las reflexiones y conclusiones recogidas desde el último Encuentro Internacional en Madrid 2022, la reunión sostenida en enero de este año en Santiago y, por último, el retiro realizado en febrero en Santa María del Achibueno, fueron temas suficientes para darle un giro más integral, profundo y con mucho sentido de trabajo desde dentro de cada uno para lograr las metas propuestas, como lo son:

• Hacer que nuestro carisma sea más visible dentro de la Iglesia;
• Permitir que nuestras comunidades sean lugares de acogida, sin juzgamientos y puente de cercanía a la fe, para quienes se sienten abandonados y excluidos;
• Acoger a los jóvenes con una actitud sensible ante sus inquietudes, hacerlos partícipes de nuestras decisiones y estar disponibles para acompañarlos.

Para lograrlo, la invitación fue a seguir los importantes consejos del Papa Francisco y sus innumerables exhortaciones a recoger lo pequeño y sencillo de la vida, para dar paso a un cuidado mayor, que es la casa común. Nuestro planeta debe ser protegido, desde su naturaleza a quienes lo habitamos, cuidar la cultura, las relaciones personales, la familia, en fin, la vida misma. Por esta razón, todos estamos llamados a un cambio de comportamiento, que se ha de gestar desde abajo y desde dentro para que sea duradero y sostenible. Se nos llama a una conversión ecológica global, a tener visión sistémica integral.

En resumen, tenemos que cuidarnos a nosotros mismos para seguir trabajando en esta Iglesia Universal que nos necesita siempre, para seguir asistiendo a María en su misión de “dar a conocer a Jesús al Mundo” y, de esta manera, expandir su mensaje de amor y de integridad, sin excluir a nadie.

Mónica Marchant

Equipo Comunicaciones CLM Linares